que mientras llueve
recuerdo cuan feroz tu silueta dormida y ya no amándote
escapando de tu respiración ruidosa
y la saliva mezclada con mis sueños
entre escalofríos
observando la mancha de humedad del cuarto
recordando un pequeño piano de cerámica construido por manos de niños
perdido en una gigantesca mesa desteñido y humilde
tu casi de pie sobre mis talones
tu aliento una especie de viento hermano pero fraternal mentira
vos en el bosque del pecho
con la lengua en el hielo cubierto de chocolate destrozado
en la selva arañando conjeturas
luego
los dos mirando distraídos revistas y diarios en el quiosco
el viejo sonriendo
nos dimos la mano
cada uno miró hacia una esquina diferente
Tal vez de repente surgió el arrullo
un gracioso retrato de organitos mudos
toda la gloria excomulgando mi purgatorio embebido de golpes cardenales
como una hoja plegada para abanicar la fiebre
como la sangre acero enojosa de espanto
como la luz miseria enunciando los códigos del absurdo
y fue entre tus rodillas
o de otro modo cruelmente encarcelada
con la cara enjuagada por la lluvia inminente
que supe masticar sin un gesto siquiera
los guijarros ardientes
mezclados con la fruta azulosa de música
de tu mirada nada de tu mirada infértil
atrapada por las manos de una extraña maravilla diadema de las barbaries
fugaz aguda atrevida.
* * *
Hermoso poema, en fin...algo repetitivo, decir que es hermoso, es dificil expresarlo en otras palabras. Gracias siempre Laura por compartir tu arte,que es una manera de conocerte. Abrazos te envio volando con el mejor de mis deseos para ti. Andres kunizawa
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