Fuera del alma de la lluvia, está el saxofonista
el niño pobre
el negrito descalzo
la mujer que ríe
el loco que me mira
y esto somos, candombe y samba
lejos de la grisura escaparate imposible de la capital
aun cuando poetizan uno duerme
nada demasiado vivo late
en las profundas mesas de mármol
decorados con gajos de fruta amarillenta
Aquí los relámpagos adornan
la piel incendiada
aquí
bailamos desnudos bajo la lluvia tibia de la madrugada
el saxofonista salpica vino que sangra en nuestro vientre
pintamos el mundo
aquí
mezcla de indio y forastero
de verdad tan expatriados
porque el interior
también existe.
* * *
Muy Lindo, muy real, me siento identificada.
ResponderEliminarLucía Antúnez