Beso desde la pulpa de los ojos al pubis ciego de la bestia
grito con los ojos abiertos en las cárceles que arden
espero que te detengas en las estación musical de las palabras
para hacer el impío recorrido que derrumba la paredes
Relojes desprendidos de los árboles
cuervos de sed espectral estallando sobre los vidrios
vida rasgada en dos en bosque encendido
Puentes multiplicados, la nunca eternidad
senos entre las manos con sus venas atentas
el nítido silencio de pensamientos húmedos
la atmósfera te trae todo lleno de estambres
la espuma de la herida deshecha e incesante
Muertos en los alambres golpeando precipicios
tu cuello de abismos espantados
tórax de mar sin brújula
el desasosiego amargo de la selva esclavizada
Tendré una noche quizás, como las águilas sobre la arena del olvido
una tarde, el occidente despertándome entre pasos de cenizas tango
una forma de contemplar el mundo abandonando aeropuertos
en la abrasadora escalera del otoño incipiente
El nunca solitario habita un rostro de espaldas
la araña sube lentamente
palpitas desde el fondo
soy lengua entre demonios y reptiles
soy líquida y oscura paladeando muslos de lluvia nutriente
Puedes no decir nada.
Yo te tendré presente
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