Corro y gotea el viento
su sangre helada
Corro y la calle inmensa
no se agiganta
Corro y ya no escapo de esta mañana
tan profunda de luz
que ha de derrumbarme.
Corro y sumerjo el mundo en un beso histérico.
Corro
y nada...
Corro y has de obligarme a hundirme en la luna
Corro y no me descubren
Me precipito entre esqueletos menudos
No me oscureces el útero
no me lo muerdes
Corro para parirme ya sin mesura
Desmesuradamente
corro
Y es un río desbordante de agujas
el reloj de la siesta sin tu piel.
De "El tiempo de la lluvia", 1998
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