Sótano oscurecido, estéril, impenetrable
En la horrenda paciencia de una extraña hermosura
esperan inútil suerte enigmáticas estatuas
Abismo luminoso de materia imprecisa
la memoria en vigilia y un latido imposible
En el largo pasadizo con golondrinas y espejos
murciélagos azulados
y fantásticas mandrágoras.
La cueva en el parque con jarrones de agua muda
en la oscuridad persiste un deseo inextinguible
calma de profunda inmovilidad.
Es en ese instante de relojes con sus péndulos hambrientos
donde las horas respiran, jadeantes, voraces como marítimas diosas
que se siembran en mis ojos
las palabras luminosas
La cuerva encierra el arcano, secreto, misterioso instante de la creación de tu poética. así viajé a través de ese parque siguiéndote en la búsqueda y...tal vez no era éso sino mi propio indagar el alma. Bello, Laura, muy bello. Adriana Massarelli
ResponderEliminar(corrijo en mi comentario "cueva" no "cuerva"). Adriana Massarelli
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