Parque invadido
visitado en exceso el lugar de la sombra
hemograma epigráfico
abrí descuidadamente la puerta de tu boca
acaso nada
y fue un germinar interminable de bestias
un hedor gélido a escalera inundada de muros
Tan repentinamente henchida de vacío
temblorosa dormía
disparando del sueño
como un olor extraño
a cierto regocijo
un sufrimiento seco
un puñetazo
un montón de vendavales y blasfemias...
Quiere asombrarme ahora el milagro cotidiano
del misterio de tu traje
pero ya no es milagro ni huele a coraza
menos abrígame del frío tu espectral consumada urgencia cromosómica
Ya deja el nonato impuro cerco
ven sola y ávida
tal vez recostando sobre mi pecho una palabra solamente
una palabra
entonces recomienzo desde los muñones,
juro
y me siento lentamente
a ocupar mi cuerpo con holgura.
* * *
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