mármol de fuego tu espalda con un grito que ignora la arteria galopante
de la sombra
Profunda garra de lodo tu pueblo música
roca ardiente vida de altos ramajes humo de luna
estertores de luz, pecho entreabierto cuna latido de arena marchita.
Sé que tú me amabas.
Rindo homenaje al inconfundible bosque que transcurre
con el mar negro de sabroso túnel
enciendo velas compro campanas
oculto manos tibias para tu flauta de madera.
Fluyo para olvidar en el aliento ala de tu cabeza que cruje
Algo lejos de ti
me venga por destruir feroz tu cielo desértico
con un vientre lleno de vírgenes ciegas
hondo de miel azulada agua primera con branquias de ausencia.
Epílogo.
Déjame, vuelvo templada
entre evasiones de horadadas insistencias
con un poco de tu agotado sueño
Cierro el puño que me transporta.
* * *
(Imagen gentileza de Noelia Rodríguez, Argentina http://www.noeliabearodriguez.com.ar)
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