Primero fue Salinger y un hueco entre desencuentros de relojes esfumados
después frases, comillas, vacíos en el espacio
abrí la ventana para tirar todos los libros a la calle
me hundí en la lluvia con una formulación impertinente
Después cocinabas y desapareciste dejándome en el pubis un bosque
con antenas
al acecho de librarte con los senos titilando
atravesada por ríos angosturas pobre aire
encandilada de mí, desnuda, grave.
Entonces llegó el instante inmisericorde
jamás sabré si era tarde.
Llena de fieras la boca, tórrida, sin escafandras
paradojal misteriosa, con alfabeto rasgándome el profundo embelesado
palabrerío anecdótico
bélica repatriada bipolar en dos en todo
estaba toda perdida como en el mar que no nombro
furiosa espuma del tacto
No sé no puedo soy humo
pero estábamos amándonos.
Aterida aterrada
no muda
llamándote trópica hundida en el borde inexacto
de una desesperada felicidad improvisada
con las manos en tu cuello
de espaldas a ti
"Caminan en los corredores"...te decía
"abiertos los pasadizos" respondías
y podríamos haber muerto sin que tuviera importancia.
* * *
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