LAS PALABRAS DEL VÉRTIGO

Mis ojos incendian la ciudad que no ven
el lugar donde al fin te he encontrado
la plaza más gigante del mundo
el pueblo de mis zapatos
la caja feroz empapada de tus manos
mis senos callando la boca prodigiosa
los puentes infinitos me llevan hasta el borde de la música
ya no apagas
la frente
ni deslizas la muerte
me parecen distintos todos los caminos
la palmera, las palomas, los sueños mutilados
me parecen distintos los nombres de los bosques
los gemidos del pubis, el parque a mediodía
el espejo madura la lluvia por nosotros
los edificios grises no nos contienen
ni las frutas inhóspitas
ni los paños empapados con aromas a fiebre
nosotros somos ríos que viajan en el pecho
todas las palabras del vértigo
el frío mas agudo del desierto
las manchas de la sangre en los andamios desnudos
el parpadeo impalpable del hijo que hemos muerto
y toda nuestra vida despoblada de cuerpos
esperando el abrazo de nuestros días quietos.
Son pocos esos días
hijos agudos del vil desasosiego
pero existen a veces y peleo por ellos.