GRISÁCEA DE FIGURAS.

No estaré
 muerta debajo de la sangre de la mosca
espesa como un grifo de oro dudoso destinatario
no será mi epitafio el patio de aquella nube
desapareceré en la iglesia fracturada
el parto de mi madre busca su jeroglífico mudo
aparta la telaraña de los últimos jardines en otoño
abre las piedras en plenitud grisácea de fisuras
no podía sentir la piel del cemento contenerme
era una noche de estarse en los paredones consumida
desistí del amor en violenta musicalidad de manos despiadadas
usted cantaba -lo recuerdo-
usted lloraba-también lo recuerdo
la ferocidad de la ignorancia es infecunda
es igual, la veo ir y venir con su cabello rojo
deslizar en la pasarela los fantasmas de agua
espolvorear el piso con azúcar de nieve
y reír como una torpe mujer desfigurada
es igual, la veo y me desborda la nuca con un beso azul casi una mueca
decía mi nombre con dulzura
fue brutal y no hay retorno
en la poesía que resiste a morir estoy realmente viva
la única explicación es un paño mojado en buhos de pesadez nocturna
todos los camaleones tienen idénticos espejos
pocas lámparas
todos parecen algo inexistente de temblores variados
como mi corazón en esta angustia absurda
detenido a la espera de nada o quizás todo
como un naúfrago de incendios y en penumbra
.