Alto el sueño.
Si te levantas y miras por fuera de los ojos de tu vida
y la lluvia es un escarnio de fantasmas y de ruinas
sabes que la soledad es sólo la consecuencia de tu luna
y que cada despojo obedece a un mediodía.
Estás pesada y alerta y con los huesos en orden
tu desnudez te sorprende y la música te quema
dueña de breves presencias que se rebelan y lloran.
Tu vida es eso tan tuyo tan de nadie tan de otros
desfile de cementerios y la risa de la duda
un rostro que no conoces y una caricia que sueñas.
Pero alto con el sueño que peligra y te descubre
profundamente cobarde en algún puente cualquiera
mirando correr el río bajo tus pies azules de terquedad de sirena.
Estas sola, estás muy sola
y tienes miedo y esperas
recuperar el abrazo que tu misma destruyeras
y despegar de la mesa con miel de abejas y cebras
como una calcomanía deslucida y somnolienta
la pesada y destruida silueta de tus ojeras
y por la enorme ventana sin pájaros ni cometas
se pasea desamada la araña de tu cabeza
esperando interminable que alguien la convierta en paloma
mensajera
* * *