Tu rostro tiene puertos y memoria de ojos
puertas de mármol voces sin palabras mundos exquisitos
crisálidas transparentes silencios invernando
callejones azules bosques milenarios.
Tu rostro me desdice pero sigue nombrándome
fragancia de caricias en suspenso de estatuas
la sangre clausurada y sin embargo naces desde mi piel memoria
Me apoyo a la corteza delgada del milagro
me conduces invicta a un sueño luminoso
te palpo en la maraña de la tundra acuciante
mientras llueven semillas en la tierra que arde.
Tu rostro no se borra de mi mano que excede
los ojos que le prestas.
Aunque no estés te aguardo en mi ciudad herida.
Nostalgia inaugural de prohibiciones varias
En tanto la membrana siniestra no nos suplique sórdida
estaremos unidos en todos los párpados del aire
falange por falange, incubando medusas
en la sólida celda dónde la vida mana
en el rincón aquel de arterias deshabitadas
a mordiscos destierro,a mordiscos de oxígenos múltiples
los corazones en grupo, péndulos inmortales.
Tu rostro, siempre tu rostro
archipiélago de entrañas
salpicándome las piernas con serpientes deshojadas.
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